Reducción del consumo de energía, mayor calidad de los productos almacenados y una operación más simplificada y robusta de los sistemas de refrigeración son algunos de los beneficios.

El actual avance de las tecnologías de computación, software y algoritmos de análisis permite que las técnicas de Inteligencia Artificial (IA) estén cada vez más presentes en nuestro día a día y en los procesos de refrigeración.

El tema de la Inteligencia Artificial abarca una variedad de técnicas y enfoques para resolver problemas complejos y realizar tareas que normalmente requerirían inteligencia humana. Con el avance de la tecnología electrónica y la continua miniaturización de los componentes, se fortalece la Edge IA, es decir, la Inteligencia Artificial en el borde. En otras palabras, la implementación de la IA que anteriormente se ejecutaba casi exclusivamente en grandes computadoras o servidores ahora también está disponible en controladores electrónicos dedicados.

En primer lugar, para poder disponer de los beneficios de la Inteligencia Artificial, necesitamos datos, muchos datos. De manera simplificada, podemos asumir que las técnicas de Inteligencia Artificial llevan a cabo el análisis de datos aplicando técnicas matemáticas, lo que permite definir patrones, predicciones, correlaciones entre diferentes tipos de información, entre otros aspectos. Por lo tanto, cuanto mayor sea la integración entre sensores, controles y sistemas, mayores serán los beneficios obtenidos.

Por ejemplo, específicamente para el área de Calefacción, Ventilación, Aire Acondicionado y Refrigeración (HVAC-R), mediante el uso de Machine Learning, un campo de la IA que se enfoca en el desarrollo de algoritmos que permiten a las computadoras aprender patrones a partir de datos, obtenemos un aprendizaje continuo de un sistema de refrigeración. Es decir, los sistemas basados en IA aprenden de nuevos datos con el tiempo, lo que hace posible ajustar las operaciones para optimizar el rendimiento en función de las condiciones específicas del lugar y del comportamiento de los usuarios. La adaptación a condiciones variables, a través del uso de algoritmos inteligentes, puede ajustar automáticamente la configuración del sistema en respuesta a cambios en las condiciones ambientales, la demanda de refrigeración o las características de los productos almacenados.

Mediante la implementación de técnicas de detección de patrones, es posible identificar los horarios de mayor demanda de refrigeración y optimizar los ciclos de descongelación para que se realicen en momentos más convenientes. Esta optimización resulta en la maximización de la eficiencia energética, lo que se traduce en la reducción de los costos operativos para los clientes, además de aportar beneficios al medio ambiente.

Con la aplicación de estrategias de detección de anomalías, se vuelve viable la identificación de pérdidas de rendimiento del sistema de refrigeración, así como la detección proactiva de fallas en el sistema. Este enfoque de monitoreo permite un análisis detallado de los patrones de funcionamiento, lo que posibilita la identificación temprana de desviaciones significativas de las condiciones normales, el mantenimiento predictivo y garantiza operaciones más confiables."

Estamos seguros de que es una tecnología que llegó para quedarse y las empresas que sepan aprovechar sus beneficios obtendrán ganancias significativas en eficiencia energética, calidad en la conservación de productos y una operación más simple y robusta del sistema de refrigeración.

Maicon Giesch - Gerente de Ingenieria de Full Gauge Controls